Denuncio:
No es solo la vejación del cuerpo de una niña de 12 años, si no la de, muy probablemente, muchas.
No es solo poner a un individuo indefenso en una tremenda situación de manipulación y represión, es también llenar su sistema con duda, rencor, miedo, impotencia, dolor…
No es solo un ser deleznable, es el producto de una tremenda corrupción planetaria.
No es solo el caso ya concido del abuso sexual perpetuado por estos “hombres de Dios” a menores, es también traicionar la confianza y la fe, quebrar, desde los cimientos, la capacidad de creer y de confiar, ¡imagínate! Él era el confesor y muy, muy buen amigo de mi mamá, de mi hermano; ¡director de sección de mi escuela!!
Me hizo dudar de Dios, y eso es muy, muy duro!
Lo que es peor aún, Pablo Morales era un gran psicólogo e hipnotista, usando para terribles fines su capacidad de manipulación de la conciencia. ¡Es atroz!
No es solo mi experiencia, sino la de muchas.
A mí me mandaron a pasar una vacación sola con él, a una casita en Cuernavaca. Las razones de esta decisión me son todavía un misterio, pero las memorias de lo que ahí sucedió todavía me despiertan en la noche.
- Vete a cambiar y me vienes a dar el besito de las buenas noches
Recuerdo elcamisoncito corto, yucateco, que llevaba. Fuí. Cuál fue mi sorpresa al entrar y verle metido en la cama.
- Acércate…ven
Obedecí. Me agache a “darle el besito”. Inmediatamente tenía su mano debajo de mi camisón; quedé paralizada, aterrada, no entendí…
El resto esobvio.
Mucho después, cuando comenzó mi vida sexual activa, acababa llorando en cada ocasión y no sabía porque, no había ligado esa información con ese hecho; quería borrarla, no saber nada de eso.
Mi primer marido se preocupaba mucho y, en su falta de comprensión, hasta se enojaba. Luego aprendí a reprimirlo para que no se notara y, de alguna manera,UN MODO DE VIDA?
Al comenzar a hacer trabajo de introspección, meditación y psicoterapia, me encontré con que las memorias que tenía frescas y claras, no eran las únicas. Es devastador. Te ves ahí, a esa niña chiquita, ahí aterrada, y definitivamente te entran ganas de matar!
No matas, sino que entras en proceso; lloras, golpeas cojines, escupes, vomitas, lo odias, lo vuelves aodiar; lloras por ti y por todas las demás; mueres de miedo por tus hijas, tus sobrinas, las demás; vuelves a odiar y vuelves a llorar. Después de un proceso largo que NUNCA debió de haberse necesitado (porque, en principio, no debió de haber sucedido), te calmas, asimilas, digieres, integras.
Y luego denuncias.
¿Cómo? Así: Un “fiel servidor de Dios”, me hace esto, ¡una y otra vez!
Nos costó muchos años caer en cuenta, realmente, de lo que sucedió. Con el tiempo encontré a Luz, otra víctima de Morales, y en ese hecho se probaron dos cosas:
UNA no es alucine, invento de la infancia, memorias tergiversadas. Es real.
DOS: no soy un caso aislado, si somos 2 muy probablemente seamos muchas, dado que en un contexto escolar, y con un puesto de confianza, este señor, tenía de donde elegir!
El propósito de la presente no es romperles el corazón con mi historia, es hacer conciencia deque mi historia es nuestra historia; y, lamentablemente, sigue siendo la historia de muchas: ¡es eso lo que hay que tener presente y tomar acción y protección de nuestras niñas!
El propósito de la presente es una denuncia y una llamada de atención. Y es que normalmente los Jesuitas se conocen por grandes educadores, revolucionarios; abiertos y hasta divertidos, lo cual nos habla de seres con consciencia y menos reprimidos. Uno pensaría que el abuso de menores se daría más en órdenes cerradas y estrictas.
Pero este Jesuita, querido por muchos, ¡¡¡fue un violador!!!
No solo abusó de las niñas, de la confianza de sus padres, de la orden y de la escuela. También abusó de DIOS.
Con esas manos consagró, o pretendió hacerlo, con esas manos tocó la cabecita de montones de bebés, con esas manos y boca sucia pronuncio matrimonios y oraciones de muertos. ¡CERDO!
Este ser deleznable caso y bautizó. Estos sacramentos deben ser realizados por hombres de Dios, pero éste no es uno de ellos, éste tuvo las manos manchadas con la vergüenza, el dolor, el odio, la impotencia de tantas!. Este hombre tuvo el cuerpo y el alma llenos manipulación, de cinismo, de autoimportancia. Este hombre no fue de Dios.
Porque ningún hombre de Dios, si no es que ningún hombre decente, sano y congruente, toma a una niña de doce años, aprovechándose de la confianza ciega con que la madre deposita en él, se la lleva a una casita en Cuernavaca para abusar de ella por una semana. Irónicamente, Semana Santa.
Me repito: no es solo mi historia, sino la de muchas. Y todas tenemos derecho a denunciar, a contar nuestra historia. Todas tenemos derecho a sanar.
Estos sucesos se dieron entre los 70s y 80s en mi caso, no sé qué tanto más antes y después.
Esto sucedió en el contexto del colegio CENTRO DE INTEGRACION EDUCATIVA, Plantel Casa de Moneda, donde curse la secundaria.
Hoy día, soy practicante, curandera, terapeuta y sobreviviente. Me muevo en un medio en el que disponemos de herramientas valiosísimas, como psicoterapia, Oración, meditación…y queremos ayudar. No es proselitismo, ni publicidad, son ganas de que otras como yo, puedan sacarlo y sanar.
Monyca Bouras